GLAUCOMA

¿Qué es el Glaucoma?

 El glaucoma es una de las principales causas de ceguera en los países desarrollados.  Su frecuencia aumenta con la edad, aunque puede aparecer en cualquier momento de la vida e incluso estar presente al nacimiento (glaucoma congénito).

 

El concepto de glaucoma, por tanto, comprende un grupo de enfermedades que tienen en común un daño progresivo del nervio óptico y que puede estar provocado por múltiples factores de riesgo.

 

De todos los factores de riesgo que intervienen en el glaucoma, el principal es el aumento de la presión intraocular. La presión intraocular es el resultado del balance entre la producción y la eliminación de un líquido que rellena la parte anterior del ojo y que se denomina humor acuoso. La mayoría de la población normal presenta valores de presión  intraocular que se sitúan entre los 12 y los 21 mmHg, si bien cifras por debajo de 12 mmHg o por encima de 21 mmHg no tienen que ser consideradas patológicas en todos los casos.

 

La elevación de la presión intraocular junto con otros muchos factores como la miopía elevada, la raza negra, los antecedentes familiares, etc. pueden llegar a producir un glaucoma. En los pacientes con glaucoma el nervio óptico sufre una pérdida progresiva de sus fibras nerviosas lo que va produciendo una disminución en la amplitud del campo de visión que en las fases más avanzadas puede conducir a la ceguera.

 

En la mayoría de los casos el glaucoma es una enfermedad asintomática y solo es percibida por el paciente cuando el daño del nervio óptico ya se encuentra en una fase muy avanzada. Esta ausencia de síntomas hace que un elevado porcentaje de pacientes con glaucoma se encuentre sin diagnosticar incluso en países desarrollados con buen acceso a los sistemas de salud.

 

La única forma de detectar si un paciente presenta un glaucoma es acudiendo a revisiones visuales periódicas.